miércoles, 28 de julio de 2010

¡ME ACABO DE DAR CUENTA!

Según la ley de atracción, uno atráe lo que desea. Los pensamientos que uno tiene generan una energía que se transmite al universo y hace que las cosas se muevan.
Por eso dicen, que si uno desea la paz, no tiene que pensar en que no quiere más guerras, porque al aparecer la palabra guerra igual se la atrae.
No sé si es muy claro lo que estoy poniendo, pero les voy a contar qué descubrí con este concepto.
Vuelvo a mi primer deseo: Adelgazar.
Me dí cuenta de que siempre me quejo de que estoy gorda, que no puedo parar de comer, que me cansa la gordura, la celulitis. O sea que me paso quejando de lo que no quiero, en vez de focalizarme en lo que quiero: Estar flaca y saludable.
Y según esta ley, si me quejo y esto ocupa mis pensamientos, lo atraigo.
Y me pareció coherente.
Uno se queja de no llegar a fin de mes, de la inseguridad que hay en la calle, de cómo suben los precios, de los dolores que nos agarran con los años, de cómo se nos cae todo...
Y puede ser cierto que si uno siempre se focaliza en lo malo, atraiga esto y no lo bueno, lo que uno realmente quiere y desea.
Entonces, desde hoy no me quejo más de estar gorda. Me alegro por lo flaca que voy a estar.
No me quejo más por las guerras y la inseguridad que hay en el mundo. Agradezco por la paz y la seguridad que va a venir!!!
A lo mejor, si todos pensáramos así, el mundo empezaría a funcionar de otra manera... ¿Quién lo sabe?

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