martes, 15 de marzo de 2011

NO SUFRO POR LO QUE NO TENGO, AGRADEZCO POR LO QUE TENGO

Hoy mientras venía caminando por la calle, pensando en que recién estamos a mitad de mes y que con la plata que me quede voy a tener que hacer malabares, una frase iluminó mi mente: "No sufro por lo que no tengo, agradezco por lo que tengo". Y sí!
¿Qué sentido tiene andar quejándome?
Entonces empecé a enumerar las cosas que tengo.
¿Y saben lo primero que surgió en mi cabeza? ¡¡Veinte kilos de mas!!
Y entonces dije: "Agradezco los 20 kilos" Porque si ese es mi peor problema, bienvenido sea!
Gracias a Dios, es algo que yo sola puedo modificar, es algo que de hecho estoy intentando modificar. Por eso agradezco que ese sea mi peor drama.
Agradezco tener una familia hermosa. Agradezco tener a mis hijos sanos. Agradezco tener un laburo en el que gano muyyyy poco, pero que me encantá.
Y por eso hoy estoy contenta. No sé cómo voy a llegar a fin de mes, pero seguro voy a estar agradecida...

viernes, 4 de marzo de 2011

UNA CHARLA INTERESANTE

Ayer estuve charlando con una amiga y fue una charla bastante interante.
Seguramente alguna vez les pasó que cuando escuchan hablar a alguien sienten que se están mirando a un espejo, eso me pasó a mí.
Mientras la escuchaba me sentía cada vez mas identificada. Por momentos me recordaba a una crisis que tuve hace unos años cuando mi vida por fin dio un vuelco interesante y por momentos me veía hoy, en un estado de incomodidad e inconformidad.
Ella siente que llegó a ese momento en donde no hay vuelta atrás, donde ya le molesta estar como está y necesita dar un cambio radical en su manera de plantarse ante la vida.
Yo me sentí así cuando cumplí los treinta. Pasé por una fuerte crisis con respecto a mi profesión y a lo que quería de mi vida. Y aunque realmente fue difícil transitar esa crisis, salí realmente fortalecida y logre dar ese salto al vacío que hizo que volviera a sentirme bien y feliz con mi vida.
Pero hoy me doy cuenta que quedé ahí. Dí el primer y hasta el segundo paso, pero quedé ahí.
Tal vez nuevamente paralizada por miedo a seguir creciendo o tal vez cómoda porque ya estoy tranquila con lo que hago.
Pero estoy comoda, no satisfecha.
A veces siento que doy para mucho más, pero que no me valoro y no me pongo en el lugar que debería ponerme para que los demás me valoren.
Uno sabe hacia donde tiene que ir, qué tiene que hacer para estar mejor, el tema es que a veces, aunque lo sepa, no lo puede hacer.
Y ese es el tema. ¿Por qué me quedo paralizada, pensando y no actuando? ¿Qué es lo que me impide avanzar? ¿Qué es lo que me impide dar un pasito hacia mis deseos?
¿Es miedo? ¿Son los mandatos que uno recibe desde chico sin darse cuenta?
Sí... La de ayer, fue una charla interesante.