lunes, 14 de junio de 2010

CUANDO FUMABA TENÍA MÁS ONDA

Hace casi tres semanas que dejé de fumar. Y reconozco que estoy como loca.
Todo lo que me dicen me hace llorar, me levanto llena de furia, no puedo dejar de gritar y lo peor es que me quiero comer todo.
Yo sé que no fumar es mejor para mi salud, pero la verdad es que me sentía mucho mejor antes.
El otro día, después de gritarles a mis hijos porque me habían sacado de quicio, les pedí disculpas y les dije que estaba nerviosa porque dejé de fumar. Y el más chiquito me contestó. "¿Y por qué no empezás a fumar de nuevo?"...
Y sí, la verdad es que realmente me lo cuestiono.
Estoy todo el día de mal humor, cada vez me estoy pareciendo más a una ballena embarazada y en cualquier momento mi marido y mis hijos me invitan a retirarme del hogar.
Pero calculo que esto pasará y en algún momento me tranquilizaré... Eso espero por el bien de todos.
Y sino, volveré a ser la chimenea feliz que era hace un mes!!!

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